He aquí uno de los discos más importantes
de la historia del pop. No en el sentido de uno de los más interesantes o
mejores, (aunque en
su momento hubo práctica unanimidad entre público y
crítica). «Rumours» (1977), de Fleetwood Mac, marcó un hito, lo que se traduce en que es uno de los álbumes más vendidos de la historia, con 40 millones de copias. Canciones como Dreams, Go your own way y Don`t stop son de esas que un porcentaje muy elevado de gente conoce aunque no sepa exactamente su procedencia.
Pero este disco encierra algo más
que unas cuantas y sensacionales canciones. La historia de su gestación y
desarrollo daría para alimentar un jugoso guión de película: comedia de
enredo, drama, infidelidades, celos... De todo hay.
En primer lugar, la banda encontraba por fin su definitiva redefinición. Fleetwood Mac
comenzó practicando un blues de tintes psicodélicos, como una buena
parte de la escena británica de los años 60. De hecho, tres de sus
miembros, Peter Green (que reemplazó a Eric Clapton), John McVie y John Fleetwood, procedían de los Bluesbrakers de John Mayall.
El gran protagonista de la formación era el guitarrista
Peter Green, pero su caída cada vez más preocupante en el pozo de los
alucinógenos le fué inhabilitando hasta que se separó de la banda en
1970. Fué entonces cuando entró en escena Christine Perfect a los teclados, procedente de Chicken Shack, y que se convertiría en la mujer de McVie.
Fueron años de constantes cambios en el seno de los
Fleetwood Mac, con la consiguiente pérdida de identidad y sin que los
discos que publicaban alcanzaran cifras relevantes. Incluso
apareció otra banda con el mismo nombre que les tuvo ocupados todo un
año con los consiguientes pleitos.
En 1975 fichan a una pareja, profesional y sentimental, que había publicado un disco bajo el nombre de Buckingham Nicks. Se trataba de Lindsey Buckingham y la muy sexy Stevie Nicks.
Gracias a la incorporación de estos dos nuevos músicos, el grupo conoce
un inaudito impulso. Su disco homónimo de ese mismo año, con una
apuesta por el pop para adultos, vende cinco millones de copias solo en Estados Unidos.
Pero a la vez que el éxito, llegan las tensiones. Las dos
parejas que convivían en Fleetwood Mac, Christine-McVie y
Buckingham-Nicksl, se deshacen. Y no encuentran mejor manera de tirarse
los trastos a la cabeza que a través de las canciones de su siguiente
álbum, Rumours. De hecho, el título se refiere a los constantes rumores sobre una separación que parecía inevitable.
Por si fuera poco, el otro miembro de la banda, y uno de sus pocos fundadores que quedaban, Mick Fleetwood
(batería), estaba inmerso en su propio calvario de divorcio.
A pesar de todas estas experiencias, y por extraño que
parezca, la banda que había grabado «Rumours» permaneció unida por unos
cuantos años, y la gira del disco fué todo un éxito.
Rumours provocó críticas muy buenas en la prensa especializada.
Las alabanzas se centraron en la gran calidad de la producción y en las armonías, que a menudo dependían de la interacción de tres vocalistas. El disco ha inspirado multitud de obras musicales de distintos géneros.
Se ha considerado el mejor trabajo del grupo y ha aparecido en diversas
listas que repasan los mejores discos de los años 1970 y de la
historia.
Canción: Don't stop
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