miércoles, 28 de octubre de 2020

 Música y Cine (La cara oculta) 

Cuando Bono, de U2, dormía con su padre moribundo después de los conciertos. En el verano de 2018, Bono tuvo que cortar abruptamente un concierto de U2 a los 20 minutos al perder totalmente la voz. Un duro trance para el vocalista irlandés, quien en 2001 dio toda una lección de pundonor al no cancelar ninguna de las fechas del Elevation Tour a pesar de que su padre se estaba muriendo. "Regresaba de los conciertos y me sentaba a su lado, aunque no hablábamos", rememora en la biografía coral U2 by U2, en la que recuerda que cada noche se tumbaba a su lado en una cama plegable. Una escena íntima que contrasta con los habituales baños de masas de una estrella del rock.
El fatal desenlace terminó produciéndose el 21 de agosto de aquel año, cuando U2 afrontaba el tercero de sus cuatro conciertos consecutivos en Londres. Cualquiera hubiera entendido una cancelación, pero el cantante decidió seguir adelante sacando fuerzas de nadie sabe dónde: "Las canciones mantuvieron mi cabeza clara. Me agarré con fuerza a ellas. Tres días después le enterramos nosotros mismos. Mi hermano y yo le metimos en el agujero y le cubrimos de tierra. No dejamos que lo hicieran los de la funeraria". Apenas unas horas después, el 25 de agosto de 2001, U2 actuaba en el Slane Castle de Dublín ante más de 75.000 fans que llevaron a Bono en volandas. El poder curativo de la música compartida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario