La toma original Boogie Chillun fue hecha por John Lee Hooker tras mudarse a Detroit
desde la plantación de algodón en la que vivía en Misisipi. Era 1948,
cuando Hooker se presentó en la oficina del dueño de una tienda de
discos, Bernard Besman, y tocó para él. Besman le produjo esa canción y
trabajó con Hooker los siguientes cuatro años.
John Lee Hooker fue el único músico en aquella sesión, con la única
compañía de su voz, su guitarra y sus pies a modo de percusión. Hooker
la grabaría en otras dos ocasiones, en 1950 y 1970, en esta última
ocasión junto a Canned Heat en el disco Hooker ’n’ Heat. “Chillen” es una palabra de argot sureño que significa “children” (“niños”).
En 1992, Bernard Besman, quien tenía los derechos de Boogie Chillun,
demandó a ZZ Top alegando que, aunque habían pasado casi 30 años,
acababa de descubrir el plagio del grupo. Un juez dictaminó que, para
entonces, la canción de John Lee Hooker era de dominio público, sin
entrar a valorar si existía plagio. El caso tuvo tanta trascendencia
pública que el Congreso norteamericano enmendó su normativa de 1909
sobre el dominio público de las canciones, con lo que el primer fallo
podía ser revisado así que, finalmente, ZZ Top llegaron a un acuerdo
extrajudicial con Besman por una cantidad que no fue revelada, con lo
que reconocían implícitamente la autoría de Hooker.
En 1973, ZZ Top editaron su disco Tres hombres. Entre sus canciones se incluía La Grange, el mayor éxito del grupo. Su texto hablaba de un local centenario y bien conocido en un pueblo de Texas llamado La Grange y en el que Coca Cola tenía una planta de embotellado. El lugar era concretamente un burdel, el más viejo del Estado, “The Chicken Ranch” (“El rancho de los pollos”), regentado por Miss Edna y en el que se entraba pagando un billete de diez dólares. El bajista de la banda, Dusty Hill, lo había pisado por primera vez a sus trece años.
Tras la publicación del álbum, sus actividades empezaron a llamar tanto
la atención que tuvo que cerrar. El causante fue un periodista de
televisión de Houston, Marvin Zindler, que no encontraba suficiente
material para sus escandalosos artículos, así que se centró en el local
de Texas hasta que el Gobernador lo cerró. Gran parte del edificio sigue
todavía en el sitio original, excepto una habitación que se llevó a
Dallas a un club nocturno. El local en cuestión fue motivo de una
película, La casa más divertida de Texas, con Dolly Parton y Burt Reynolds como protagonistas.
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