La sociedad creativa de John Lennon y Paul McCartney no dejaba mucho espacio para George Harrison, aunque consiguió colar varios clásicos en el catálogo de los Beatles, en especial Here comes the sun y While my guitar gently weep, pero cuando el grupo se disolvió, tenía guardado un tesoro de material, canciones que, en 1970, presentó en All things must pass, uno de los dos o tres mejores álbumes lanzados por un ex Beatle.
Lo fascinante es que, mientras Phil Spector trabajaba con Lennon en la creación de sus desgarrados y desnudos discos de los primeros años 70, continuaba frecuentando al mismo tiempo el sendero de Abbey Road con el debut del Harrison post-Beatles, refinando su muro de sonido orquestal. Un elenco estelar arropó a Harrison, incluídos Billy Preston, Phil Collins, Eric Clapton y los restos de la banda Delanney & Bonnie (el batería Jim Gordon, el bajo Carl Radle y el teclista Bobby Whitlock), que en aquella época habían formado con Clapton Derek and the dominos.
La caja de tres álbumes contenía canciones tan delicadas y bien trenzadas, cargadas de espiritualidad como Beware of darkness, The art of dying, What is life y el éxito My sweet lord, pero este es un disco que mejora con la edad. La faceta romántica de George aparece en I'd have you anytinme, una canción que escribió con Bob Dylan, quien también contribuye en If not for you. Incluso se atreve con el caos sonoro de los Beatles en Wah-wah, una explosiva canción que muchos interpretaron como una bofetada a Paul McCarney, pero la mayor parte del álbum se alza muy por encima del ajuste de cuentas.
Desde el punto de vista comercial, el álbum alcanzó el primer puesto en
la lista de discos más vendidos de numerosos países, entre ellos la Billboard 200 y la UK Álbums Chart. Tras su reedición en 2001, la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos certificó el álbum con seis discos de platino.
Disco Completo
Beware of darkness
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