martes, 26 de abril de 2022

Música y Cine (La cara oculta)

Rock and roll, de Led Zeppelin (1971)
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Una tarde de 1971 en un estudio de grabación. El grupo intenta buscar una salida a una canción que han empezado a armar y que se llama Four sticks. El batería, el gran John Bonham se harta de que la cosa no fluya y golpea su batería imitando el arranque de una canción de Little Richard "Keep a-knockin". Jimmy Page comienza a dibujar unos acordes de guitarra a lo Chuck Berry. Robert Plant se une improvisando una letra. Ya está aquí Rock and roll, en unos 30 minutos. "Fue todo bastante animal. Queríamos volver a la esencia del rock and roll", dijo años después Plant sobre este tema.



Paranoid, de Black Sabbath (1970)
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De pura casualidad se puede definir la creación de Paranoid. Lo cuenta el autor de la letra, el bajista de Black Sabbath, Geezer Butler: "La canción fue compuesta en el último momento. Básicamente nos faltaban tres minutos para completar el minutaje del disco (que terminó llamándose también Paranoid, 1970). Tony Iommi empezó a tocar un riff de guitarra, yo hice la letra en unos minutos y Ozzy Osbourne la cantó. Y la grabamos del tirón". Todo en menos de media hora.

 
 

 
Losing my religion, de R.E.M. (1991). Peter Buck, guitarrista de R.E.M., ha asegurado que fue compuesta en diez minutos en el estudio mientras el grupo jugaba con una mandolina y una base pregrabada sonaba de fondo. Diez minutos que hicieron que la banda pasase de ser conocida en pequeños círculos a ser uno de los grupos de rock que iban a definir el sonido de los noventa.  



Yesterday, de los Beatles (1965)
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El proceso compositivo de esta canción es famoso. Paul McCartney soñó con esta canción, según él con estrofas y estribillo, y se levantó con la melodía en su cabeza. Llegó a pensar si podría ser una canción que ya existía y que había escuchado en algún lado. Al levantarse, se sentó al piano y ejecutó la canción. Según la leyenda, grabó voz y guitarra en dos tomas. Clásico instantáneo en todos los sentidos de la palabra. Como era habitual en el cuarteto, la firman Lennon y McCartney, aunque John apenas hizo nada. Hay otras canciones del dúo en las que Paul solo miraba. Una por otra. Ese era el trato.
 



(I can't get no) Satisfaction, de los Rolling Stones (1965)
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Otro de los episodios surrealistas de Keith Richards. Estaba durmiendo, se despertó de forma sobresaltada con un riff de guitarra en la cabeza, lo registró en una pequeña grabadora y volvió a la cama. El resultado lo cuenta, con su habitual humor, el autor: "Dos minutos de Satisfaction y 40 minutos de mis ronquidos". Luego, Jagger armó la letra también bastante rápido.

 

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