En 1983, el artista Steve Joule diseñó la portada del álbum Born Again, del grupo Black Sabbath, utilizando una imagen de un bebé publicada originalmente en 1968, en la revista Mind Alive,
a la que añadió cuernos, garras, colmillos, ojos de diablo y un
brillante color rojo. Cuando por fín se la enseñó al grupo, sus
reacciones fueron dispares. A Ian Gillan, quien por aquel entonces era
el nuevo cantante de la banda, se le revolvió el estómago. A Bill Ward,
el batería, le pareció espantosa. Sin embargo, al bajista Geezer Butler,
le gustó: "Es una auténtica mierda, pero es jodidamente genial", dijo. Y
como a Tony Iommi, guitarrista y fundador del grupo, también le hizo
gracia el bebé-diablo, el diseño fué aceptado como bueno. Curiosamente,
dos años antes, en 1981 la misma fotografía de la revista Mind Alive ya había sido utilizada para la portada del disco New Life del grupo Depeche Mode, pero no hubo ningún problema entre ambas bandas. La carátula del álbum a menudo es incluida entre las peores de la historia del rock. La revista Classic Rock
escribió: "El álbum no es tan malo como lo pintan, a pesar de una
horrible portada realizada en cinco minutos tras una comida de
borrachos".
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