viernes, 3 de abril de 2020

Noticias (Reseteando la realidad) 

Uno de sus grandes éxitos fue Ain’t No Sunshine, una canción que entró en la lista de las 500 mejores de la historia seleccionadas por la revista Rollling Stone. En el puesto 285. Su autor e interprete, Bill Withers ha muerto a los 81 años “por problemas de corazón”, ha anunciado su familia. Whiters (nacido en West Virginia en 1938 y de nombre real William Harrison Withers Jr.), cuya dúctil voz le hacía moverse en el soul, en el funk, el folk o en la balada, era un caso extraño en la música, ya que se retiró en 1985, con 47 años.
El motivo fue que no confiaba en la industria discográfica después de varios desencuentros. Se apartó acompañado de su mujer y desde entonces supo gestionar sus derechos de autor e invertir bien el dinero ganado. Su época dorada fueron los años setenta, con canciones como Lovely day, Use me, Lean on me y Ain’t No Sunshine. Estos temas destacan por una voz sedosa y sentida. Durante su corta carrera consiguió tres premios Grammy.
Withers nació en una familia humilde de un pueblo de West Virginia. Muy joven se alistó a la Marina y allí estuvo diez años. Cuando lo dejó se puso a trabajar en un taller mecánico de aviación. Hasta que le llegó la oportunidad de grabar. Fue junto al teclista Booker T. Jones como productor y para su primer disco, de 1971, Just As I Am. Ahí se incluía Ain’t No Sunshine, que fue un éxito instantáneo. Withers pasó de estar llenándose de grasa en un taller a actuar ante grandes audiencias, que aullaban cuando sonaba Ain’t No Sunshine.
Le llegó el éxito con 33 años, una edad que le permitió gestionar la fama sin perder la cabeza. Durante los setenta fue la debilidad de los buenos aficionados. Uno de ellos fue el boxeador Muhammad Ali, con el que entabló amistad. Pero no le gustaba lo que veía. Alérgico a la fama y a los tiburones de la industria se retiró a mediados de los ochenta, precisamente cuando su música perdía fuelle. Desde entonces ha recibido varios homenajes, se ha negado a volver a pesar de las suculentas ofertas y ha vivido tranquilo con su mujer. (Fuente: El País).

 

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