Aretha
Franklin,
la gran diva del soul, una de las mejores voces de la música
moderna,ha
muerto a los 76 años,
según ha confirmado Reuters. La cantante llevaba varios años con
graves problemas de salud y sufriendo un cáncer de páncreas, y el
año pasado ya tuvo que abandonar la música por recomendación
médica. Franklin se encontraba ya muy grave, en Detroit, rodeada de
su familia y amigos cercanos. Con su muerte se apaga una voz eterna e
incomparable, todo un símbolo estadounidense. Lo hace, además, el
mismo día que nos dejó, hace 41 años, Elvis Presley. El rey
del rock y la reina del soul se marcharon un 16 de agosto...
Nacida
en 1942 en Memphis, era hija del predicador Clarence LeVaughn
Franklin y
la cantante de gospel Barbara
Franklin.
Llevaba en la música desde los años 50, donde comenzó una carrera
artística muy influenciada por el ambiente gospel y algunas de las
mejores voces del jazz como Dinah
Washington y Ella
Fitzgerald.
Con tan solo 14 años hizo su primera grabación.
Su
padre era conocido como «la voz del millón de dólares» por sus
sermones y contaba con Martin
Luther King entre
sus amigos más cercanos. Después de su asesinato en 1968, Aretha se
convirtió en una referente en la lucha por los derechos civiles.
Tras
rechazar las ofertas de Motown y de RCA Label, Aretha Franklin firmó
con Columbia
Records y
se mudó a Nueva York. Allí grabó su primer sencillo, «Today I
Sing the Blues». Sin embargo, fue con Atlantic Records donde halló
su verdadera identidad y empezó a saborear las mieles del éxito. En
1967 versionó «Respect», de Otis Redding, y aquel inolvidable tema
la llevó al número uno de ventas en EE.UU. Entonces, la «Rolling
Stone» ya hablaba de cómo Franklin había hecho una «maravilla
soul».
Con
el engrasado acompañamiento del grupo The
Muscle Shoals Sound Rhythm Section en
el estudio, Franklin llevó la intensidad y la pasión del góspel a
temas y espacios profanos como las reivindicaciones feministas o
raciales. Así consiguió llevar esa música de la iglesia a la
calle. Fue clave en la génesis del soul y en los años sesenta ella
ya estaba al mismo nivel de otros genios del género como Sam
Cooke, Otis
Redding o James
Brown.
Así
firmó clásicos como «(You Make Me Feel Like) A Natural Woman», «I
Say a Little Prayer», «Chain of Fools», «Think», «I Never Loved
a Man the Way I Love You» o «Day Dreaming» a lo largo de una
carrera en la que no hubo estilo que se le resistiera, puesto que
también abordó el jazz, el rock o el blues.
En
1979 recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y en
1987 se convirtió en la primera mujer que ingresó en el Salón de
la Fama del Rock and Roll. Además, cantó en la ceremonia de
investidura de los expresidentes de EE.UU. Barack Obama (2009-2017) y
Bill Clinton (1993-2001).
La última
actuación de Aretha Franklin fue
en noviembre de 2017 para un concierto en Nueva York de la Fundación
Elton John para
la lucha contra el sida.
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