domingo, 8 de octubre de 2017

Películas (Una mirada diferente al cine) 

Algo parecido a la felicidad (2005) es una sorpresa extrañamente agradable, un remanso salvaje donde sus personajes destilan honestidad y fidelidad a uno mismo y a los seres queridos a raudales, donde la tragedia perfila un dibujo cuyos colores son el amor y la voluntad. Es cine sin artificios, sin relleno y sin mentira, una buena historia de gente sin historia, pero con corazón, con un corazón palpitante y conmovedor y con la inteligencia suficiente para reconocer donde está la verdadera felicidad. No sorprende por su fotografía, su banda sonora o su dirección, su punto fuerte es claramente su guión, no necesita más y no quiere más.
La historia transcurre en una ciudad indeterminada de la República Checa, en un barrio industrial y pobre, en un tiempo cercano a la realidad y cuenta un breve periodo de la vida de varios jóvenes con escasos recursos, a través de las relaciones entre ellos, sus familias y sus amantes y amigos. 
Es la segunda película dirigida por el director checo Bohdan Slama y fue la propuesta de su país al Óscar a la mejor película extranjera de ese año. Consiguió la Concha de Oro a la mejor película en el Festival de Cine de San Sebastián y la Concha de Plata a la mejor actriz (Anna Geislerová).
Se rodó de septiembre de 2003 a septiembre de 2004 en el norte de la República Checa, en una región industrial conocida por sus fábricas, sus cables eléctricos y sus viaductos de cemento armado. 
Esta película es una impresionante radiografía de la pobreza, con personajes que habitan en un mundo desolador y sin esperanza.
 

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