Puede que apenas se conozca su nombre en España, pero Happy Valley (2014), la serie creada por Sally Wainwright es posiblemente el éxito inesperado de la BBC. La primera temporada de la serie congregó, en el Reino Unido, a 6.2 millones de espectadores delante de la televisión para
contemplar el final de la historia de la sargento Catherine Cawood (Sarah
Lancashire). La historia se centra en dicha policía, quien dirige un
equipo de oficiales en una zona rural de West Yorkshire.
Cuando un secuestro comienza a salirse de control llegando a
transformarse en una brutal sucesión de crímenes, Catherine se ve
involucrada en una trama que le supera en rango, pero que se encuentra
muy cercana a casa.
Los
protagonistas de la historia, la mayoría mujeres, son personajes fuertes que no
necesitan a un hombre en sus vidas, que no basan su felicidad en función
de ellos y que, por tanto, pueden vivir por ellas mismas. Son personajes que corren detrás del delincuente, que no dudan en
sacrificarse por otro, que lloran, ríen, cometen errores y tienen
depresiones. Son seres humanos.
La serie, que ya ha estrenado en España su segunda temporada y anuncia su renovación para una tercera, ha sido galardonada con varios premios, entre ellos el prestigioso Bafta a la mejor serie dramática europea del año 2015.
Esta serie es absorbente, los personajes están esbozados de manera inteligente y la situación está repleta de suspense. Un sombrío y brillante drama criminal.
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