La isla de Lampedusa es el punto más meridional de Italia y desde 1990
se ha convertido en un lugar masivo de desembarco de inmigrantes
procedentes de tierras africanas. En poco mas de 20 años, más de 20.000
personas se han ahogado durante la travesía para alcanzar lo que para
muchos supone la vía de entrada a Europa, y que les debería permitir
escapar de la guerra y el hambre. Samuel vive en la isla, tiene 12 años,
va a la escuela, le gusta tirar con la honda e ir de caza. Le gustan
los juegos de tierra, pese a que todo a su alrededor habla del mar y de
los hombres, mujeres y niños que intentan cruzarlo para llegar allí.
El cineasta italiano Gianfranco Rosi ha sido el encargado de mostrar esta cruda realidad en el documental Fuego en el Mar (2016) que ha cautivado al jurado del Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinae) en la que ha obtenido el Oso de Oro de este año.
La película de Rosi es una crítica a la gran indiferencia de la sociedad ante este acuciante problema, que el propio director califica como "una de las mas grandes tragedias que ha visto la humanidad. No es aceptable que haya personas que mueran cruzando el mar". La película quiere servir de evidencia para que Europa abra los ojos ante esta catástrofe humana.
Este documental es un poema cinematográfico delicado y fuera de lo comercial que empieza donde el periodismo no llega.
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