Ron Howard, director de Apolo 13, Willow, Una mente maravillosa o El código da Vinci, es el encargado de narrar el fenómeno de la beatlemania en el documental The Beatles: eight days a week (2016) que comienza con el histórico momento vivido el 9 de febrero de 1964, cuando a las 8:12 de la tarde empezaban su actuación en El show de Ed Sullivan, que verían setenta y tres millones de espectadores y que cambiaría sus carreras para siempre, para centrarse posteriormente en su período de giras internacionales (1962-1966).
En poco más de cuatro años dieron 166 shows, visitando 90 ciudades de
15 países. De principio, se planteaba una dura labor de montaje: los
Beatles eran noticia caliente y cada movimiento suyo fué cubierto por
unos medios voraces. Howard ha rescatado alguna filmación inédita y
fotos animadas, aparte de entrevistar a Ringo Starr y Paul McCartney
(John Lennon y George Harrison están presentes vía grabaciones de
archivo), se añaden testimonios de algunos afortunados que vivieron en
primera persona aquel huracán.
La escasa práctica en el control de muchedumbres emocionadas y que tampoco
existía una industria de los grandes conciertos (el sonido era endeble,
inevitablemente derrotado por los gritos de miles de personas) el peligro de las aglomeraciones y la imposibilidad de
que los músicos se escucharan, determinaron que los Beatles renunciaran a
las giras. Gran decisión: a partir de 1966, se consagraron a grabar,
generando asombrosas cantidades de música rupturista.
Uno de los mayores logros de este documental es el haber conseguido, gracias a la tecnología actual, mejorar sustancialmente el sonido de los conciertos de la banda.
Este documental ofrece un testimonio vivo y vibrante de como los Beatles contribuyeron a
la eclosión definitiva de la cultura juvenil como fenómeno de masas.
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