Deep Purple ya era un grupo consagrado en 1972. Tras la llegada de Ian
Gillan en 1969, y la edición de In Rock en 1970, el cuarteto se
encontraba ya en un punto álgido de éxito y calidad, a pesar de la
ligera decepción de Fireball. Estaban a un paso de entrar en la liga de
Led Zeppelin y Black Sabbath, y solamente les quedaba engrosar su lista
de clásicos. Lo tenían prácticamente todo para entrar en el Olimpo del
Heavy británico. Ian Gillan poseía una voz excepcional, una capacidad
única de modular sus alaridos. Ritchie Blackmore era ya uno de los grandes guitarristas
británicos, que sabía lucir una digitación frenética y una gran
capacidad musical. John Lord era uno de los iconos del órgano Hammond:
capaz de aportar riffs gruesos, efectos cósmicos o notas delicadas
cuando era necesario. Finalmente, Ian Paice y Roger Glover formaban una
de las bases rítmicas más competentes de los años 70.
Machine Head fue el mayor éxito comercial de Deep Purple (nº 1 en Reino Unido y su primer Top Ten en EEUU) y, junto con In Rock, el mejor disco de la banda. En esta ocasión, no repitieron las trazas de experimentación y furia del vinilo de “Child In Time”, sino que ajustaron su fórmula y lograron 7 temas compactos, potentes y llenos de clase.
Highway Star sigue fiel a la tradición de Deep Purple de
comenzar su repertorio a todo gas (como Speed King en In Rock y Fireball
en el disco homónimo). Gillan y
Blackmore están majestuosos con sus interpretaciones - el solo de
guitarra es un clásico, y un contrapunto al que despacha previamente John
Lord. Tras esta obra maestra, “Maybe I’m A Leo” (un blues-rock de ritmo
“contenido”) queda en segundo plano, pero “Pictures Of Home” es otro de
esos cortes de un rock de extraordinaria clase, donde el Hammond de Jon
Lord es especialmente brillante. La estructura de “Never Before” es más
convencional, pero es un buen rock, muy pegadizo y con un ritmo
irresistible, pero lo que viene a continuación es apoteósico. Así,
irrumpe con fuerza el clásico de los clásicos, el riff más recordado del
Heavy Metal: ¿quién no ha intentado tocar “al aire” las notas de la
entrada de “Smoke Of The Water? Le sigue “Lazy”, una jam bluesera donde
Blackmore se despacha con magníficos solos, y que en directo alcanzaría
su verdadera dimensión.Machine Head fue el mayor éxito comercial de Deep Purple (nº 1 en Reino Unido y su primer Top Ten en EEUU) y, junto con In Rock, el mejor disco de la banda. En esta ocasión, no repitieron las trazas de experimentación y furia del vinilo de “Child In Time”, sino que ajustaron su fórmula y lograron 7 temas compactos, potentes y llenos de clase.
Como traca final, “Space Truckin’” es inmejorable. Es el tema más duro del álbum, y posiblemente de la carrera del grupo. John Lord dobla con el órgano el riff de Blackmore, consiguiendo un sonido grueso, impactante. Los gritos de Gillan le colocan como el mejor par de cuerdas vocales de los setenta.
Un disco imprescindible y probablemente el álbum más
representativo de Deep Purple y el que les colocó en la cima del Rock de
los años 70.
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