Atenea detrás de Mercurio. Mary Austin fue la novia de Freddie Mercury durante seis años. Después,
se convirtió en su madre, su hermana, su jefa, su enfermera y, por fin,
su heredera.
En la primavera de 1970, en el piso tercero, moda para hombres, había una empleada con cargo de relaciones públicas llamada Mary Austin, que era la favorita de Freddie Bursara y Roger Taylor, dos amigos que iban siempre allí a comprarse ropa de boutique cuando habían conseguido hacer algún dinero en el puesto de vestidos de segunda mano y arte que tenían en el viejo Kensington Market. Mary Austin sólo tenía 19 años y el joven Bursara, 24.
En la primavera de 1970, en el piso tercero, moda para hombres, había una empleada con cargo de relaciones públicas llamada Mary Austin, que era la favorita de Freddie Bursara y Roger Taylor, dos amigos que iban siempre allí a comprarse ropa de boutique cuando habían conseguido hacer algún dinero en el puesto de vestidos de segunda mano y arte que tenían en el viejo Kensington Market. Mary Austin sólo tenía 19 años y el joven Bursara, 24.
Freddie rondaba a Mary. Se sentía muy atraído por el
color rojo naranja de Mary, por sus ojos verdes y por esa sonrisa de
niña iluminada. Pero Mary le hizo sufrir durante seis meses de quiebros y
fintas... hasta que un buen día se integró en el mundo de Freddie de
una manera especial: empezó a salir con un amigo común, Brian May.
En el nombre de Queen
Mary, finalmente, se enamoró de Freddie un famoso día, en casa de
Brian, cuando impuso a todos el nombre de Queen. Roger Taylor estaba
empeñado en que el grupo se llamara Build You Own Boat pero Freddie le
rebatía moviendo su atractiva melena negra. Se
salió con la suya, lo cual impresionó muchísimo a Mary. Fueron Queen y
King para siempre.
Desde aquel día se hicieron amantes. Brian siempre decía que habían
nacido el uno para el otro. Los dos eran muy reservados, tímidos, aunque podrían dar otra imagen.
Y siempre mantenían su boca cerrada cuando se trataba de asuntos
personales. Aunque sus educaciones habían sido muy distintas. Los padres
de Freddie lo llevaron a estudiar a Bombay desde su Stone Town natal,
en Zanzibar, en Tanzania. Mary había tenido que dejar la escuela, porque
sus padres eran desesperadamente pobres.
Mary siempre ha tenido un sentido maternal muy desarrollado. Brian
May también decía que Mary era la verdadera madre de Freddie, la mujer
que le perdonaba absolutamente todo. Quizá por eso vivieron juntos
durante seis largos años. Aún a pesar de las constantes infidelidades de Freddie, que había descubierto que estaba dispuesto a acostarse con todo bicho viviente que se le insinuara, fuera macho o hembra.
En aquellos primeros meses, Freddie y Mary compartieron una habitación que les costaba 10 libras a la semana en Victoria Road,
no muy lejos del Kensington Market. Pusieron unas cortinas y empezaron a
vivir juntos, aunque tenían que compartir baño y cocina con otra
pareja.
Y así hasta que Queen empezó a tener éxito, un par de años más tarde.
Por entonces, la pareja ya estaba instalada en su 'imperial flat' de
Holland Park que ya les costaba 19 libras a la semana. Las fotos del
primer álbum de Queen se hicieron precisamente en ese apartamento.
El anillo del escarabajo
A la siguiente Navidad , en 1972, Freddie Mercury le compró un anillo a Mary, un tanto extraño, con un escarabajo de oro al estilo egipcio.
Mary pensó que le iba a pedir matrimonio, tras abrir caja tras caja,
hasta llegar al anillo. Freddie dijo que le daría suerte. Nada de
matrimonio. Pronto, con el éxito y las andanzas de Freddie, Mary se
empezó a sentir como una soga pegada al cuello de Freddie. Pensó incluso que vivía una segunda vida con otra mujer. Así de ingenua era Mary.
A finales de 1973, surgió la conversación que ella reclamaba a gritos
en su soledad. Freddie le dijo que había algo importante que le quería
contar. Le dijo a Mary que era bisexual. Y Mary fue tajante."No, Freddie , yo no creo que seas bisexual. Creo que eres gay".
Ni mucho menos Freddie se lo tomó a mal, aunque todavía le causaba
pánico que su hermana o su madre pudieran enterarse de su andanzas
homosexuales. De religión parsi y practicante, su religión era hostil a
los gays, más incluso que el catolicismo. Freddie se enfrentaba al azote
de Zoroastro , del dios Mazda y su profeta Zaratrustra.
La vieja fiel
Queen ganaba tanto dinero que Freddie pensó en comprarse una mansión. No una cualquiera: una en Holland Park, la casa de Garden Lodge, con sus 28 habitaciones,
cerca del apartamento de 30.000 libras que le regaló a Mary. Desde su
habitación podía ver la de Mary. Es decir, tan lejos y tan cerca. La
típica bipolaridad de los genios. Mary se convirtió en la "matriarca" de
la familia Queen. Era la jefa, la "chica para todo" de los caprichos de
Freddie. Es decir, su madre, su secretaria, su persona de confianza.
Todo en uno. Freddie la llamaba su "vieja fiel".
Al año siguiente, Mary le animó a Freddie a tener un hijo con ella.
El cantante le dijo que ni por todo el oro del mundo quería compartir
esa responsabilidad con ella. Y se compró un gato persa, un gato parsi,
de su tierra ancestral. Fue en realidad una gata llamada Tiffany. Freddie tuvo al menos una docena de gatos. Los amaba, los quería como a sus propios hijos.
Lo curioso de la historia de amor de Freddie y Mary es que nada
ocurrió cuando Mary se quedó embarazada de su primer hijo, tras tener
una relación con un empresario londinense que estaba casado con otra
mujer. Se llamaba Piers Cameron y no le gustaba nada a Freddie. Quizá fueran celos. Cuando nació el primer hijo de Mary, le pusieron el nombre de Richard y Freddie fue el padrino en el bautizo.
Mary jamás se apartó de la vida de Freddie, aunque dejaron de verse.
Mercury le escribió varias canciones a Mary. La más famosa de todas
ellas, por supuesto, es 'Love of my life', escrita a mediados del año 1975 y que estaba incluída en el álbum 'A night at the opera'.
Mary fue una de las primera personas que supo la trágica noticia de
que Freddie tenía SIDA. Por entonces, estaba embarazada de su segundo
hijo, Jamie. Y tuvo que hacer piruetas mentales y sentimentales para
poder estar cada día cerca de Freddie. Intentó estar a su lado todo
el tiempo posible.
Hasta aquel fatídico día, ahora que se cumplen 23
años. Aquel miércoles ,24 de noviembre de 1991, el doctor Atkinson
estuvo con su paciente desde el mediodía hasta las seis y media de la
tarde. Anunció que no duraría ni un día más. Freddie soportaba horribles
convulsiones y no podía hablar. Su gata Delilah, que siempre se subía a
la cama con Freddie, aquel día no se subió ni un sólo instante. Cerca de
las siete de la tarde, mientras le cambiaban de ropa, en un último
gesto de orgullo, Freddy quiso ponerse con su mano derecha su propio
calzoncillo, pero cayó hacia atrás y murió. Jim y Peter , su amante y su
secretario, se quedaron inmóviles, pero recuerdan que el músico seguía
con los ojos abiertos y una maravillosa luz radiante en su rostro.
El testamento de Freddy Mercury escenificaba la composición de un
nuevo ideario de familia. Fechado y leído el 13 de mayo de 1992, dejaba a
Mary Austin, su amante primero y su mejor amiga después, como heredera de su mansión Garden Lodge,
amén de otras dos casas rurales y la mitad de todo su patrimonio actual
y futuro. Una fortuna de unos 40 millones de libras esterlinas.
Otro medio millón de libras fue a su cocinero Joe Fanelli. La misma
cantidad se llevaron su casi marido, Jim Hutton, y su asistente
personal, Peter Freestone. Otras cien mil libras quedaron para su chofer
Terry Giddins. A su familia sanguínea sólo les dejaba un 25% de su
patrimonio repartido entre su hermana Cash Cooke y sus padres Jer
Bulsara y Bomi Bulsara.
El testamento de las cenizas
En el testamento, se advertía claramente que Mary era la encargada y
responsable de enterrar o expandir las cenizas de Freddie. ¿Que hizo con
ellas?.
Hace un año apareció en el Kensal Green, un cementerio en el oeste de
Londres, una especie de monolito con una placa con el nombre de Farrokh
Boursara, el verdadero nombre de Freddie. Pero Mary quitó la placa no
muchos días después y dijo que se equivocaban los que creían que allí
estaban sus cenizas. Y mandó a la puñereta mierda a los periodistas y
juró no decirles jamás donde estaban las cenizas de Freddie.
Parece casi seguro que Mary no las lanzó al 'lago de los cines'
del lago Montreaux, ni al océano Índico en Zanzíbar, ni en los jardines
de su mansión, de Garden Lodge, donde todavía vive hoy en día. La
hermana dijo una vez que está enterrado en un parcela que tienen los
parsis en el cementerio civil y militar de Brookwood, en Surrey. Vaya
usted a saber.
Pero como dice Mary :"Nunca traicioné a Freddie en mi vida y no lo
voy a hacer ahora, con el peso de todos los recuerdos del hombre de mi
vida". (Fuente: Las aventura de JR - El Mundo)
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