martes, 16 de diciembre de 2014

Discos (Del vinilo al CD) 

Es maravilloso desarrollar la historia de la creación de una obra maestra a través de comentarios, anécdotas y secretos de uno de sus creadores. Ni más ni menos que los de Roger Hodgson, que junto con Rick Davies creó, compuso y grabó uno de los álbumes históricos de los años setenta. Hace justo cuarenta años.
Es decir, el inconmensurable, casi divino Crime of the Century, desarrollado y grabado a lo largo del año 1974. Para muchos críticos, junto con 'The Dark side of the Moon' de los inmensos Pink Floyd y 'Tubular Bells' de Mike Odfield , él disco clave.
Dice Roger Hodgson que "este disco es una obra imposible de hacer en estos días. En la actualidad, hay demasiada prisa por elaborar un disco. Tampoco hay paciencia en el estudio. Recuerdo que llegamos a tener unas sesenta canciones para poder hacer 'Crime of the Century'. Nos sobró mucho material que incluso utilizamos para los álbumes siguientes".
A comienzo del año 1974, Supertramp estaban al borde de la disolución. Los dos primeros álbumes habían sido dos fracasos de venta descomunales y se suponía que el sello A&M inglés, la sucursal británica de la discográfica de Herb Alpert, no tenía ningún interés en un tercer disco del grupo. "No es que, sólo, tomara LSD. En aquellos días estaba en mí época mística. Vegetariano, practicante de yoga y de la meditación. Simplemente, quería irme a la India y abandonar este mundo cruel. Pero Rick y yo tuvimos una reunión definitiva y decidimos que todavía nos quedaba una bala en la recámara. Tomamos la decisión de vender nuestro equipo de carretera y ponernos a componer y grabar maquetas. Rick ya había escrito 'Bloody well right' y yo había compuesto 'School' y 'Dreamer'".
Y así fue el inicio de 'Crime of the Century'. Paralelamente, introdujeron tres miembros imprescindibles en los nuevos Supertramp. Primero el bajista Dougie Thompson, un escocés de la Alan Bown. El propio Douggie se acordó del carismático saxofonista de su viejo grupo, John Anthony Helliwell. El grupo quedaría maravillosamente cerrado con la incorporación del gran baterísta de Los Angeles, Bob Siebenberger, que reacio en un primer instante a integrarse al medio 'supergrupo', se convenció cuando escuchó las formidables canciones en maqueta de Roger y Rick, cuando ensayaban en la Furniture Cave, en Kings Road.

Pero, ¿que iba a pasar con A&M?. La providencia estuvo de la mano de Supertramp. El ejecutivo Derek Green había cedido el puesto a un director artístico de CBS , que había fichado a Gary Moore y que le encantaba la música de Supertramp. Así que con dinero fresco de un pequeño adelanto de la compañía, músicos, esposas, novias, perros y gatos se instalaron en un pequeña granja en Southcombre, en Somerset, por la que pagaban 20 libras esterlinas a la semana. Allí se gestó como tocar y arreglar las maravillosas canciones de Roger y Rick. "Empezamos a conocernos de verdad. Yo empujé a Rick a cantar. No le gustaba su voz. No parecía gustarle. Pero por primera vez empezaron a escribir por separado. Y una buena canción de uno empujaba a que el otro tratara de mejorarla".

'Ziggy' Scott


El gran Ken Scott fue el ingeniero y el productor de 'Crime of of the Century'. Y el propio ingeniero me contaba: "De alguna manera me recordaban a como se picaban John Lennon y Paul Mc Cartney, en mis días, cuando grabé a los Beatles durante el álbum blanco y 'Abbey Road'". El bueno de Ken ya ni se quiere acordar que se negaba en rotundo a grabar y producir a Supertramp en su 'santa santorum', su estudio Trident, en Londres. Para él sólo era un grupito con dos tremendos fracasos. Fue la compañía con su dinero y su rotundidad los que lograron convencer a Ken Scott para que acudiera a un ensayo a escuchar las canciones. Desde ese momento, Ken se convirtió en el mismísimo arquitecto del sonido de uno de los maravillosos discos de los años setenta. 
"De verdad que si escuchas hoy en día 'Crime of the Century', te quedas petrificado. Suena increíblemente bien, espectacular. Ken era un tipo muy meticuloso, muy específico, pero maravillosamente técnico y positivo. El logró darnos el sonido típico de Supertramp, el mismo que desarrollamos en los siguientes discos".

"Mas presupuesto, esto es bueno"


Roger recuerda con nitidez como se grabaron algunas cosas, incluso en el estudio Ramport
propiedad de los Who, aunque casi todo se hizo en los Trident desde finales de febrero hasta casi llegar a junio de aquel 1974. Tantos meses era una barbaridad.Tenía que soportar la creación de 'Crime of the Century' un presupuesto de grupo consagrado. Así que le pregunto a Roger de como pudo querer seguir la compañía con un presupuesto brutal para un grupo casi desconocido. "Bueno, hubo un momento muy delicado de la grabación. Pero, sí, es cierto. Jerry Moss, es decir, la 'M' de A&M Records, se presentó un día en el estudio. Me acuerdo que escuchó 'Dreamer' y 'Crime of the Century' y le gustaron muchísimo. Luego supimos después de que llevábamos veinte mil libras esterlinas gastadas en el disco, casi cinco veces más de los presupuestado y que Jerry Moss le dijo a nuestro director artístico que siguiéramos adelante, "carta blanca". Hoy día esa perspectiva hubiera sido imposible. Es otro guiño del destino en la suerte de 'Crime of the Century', desde su nacimiento".
Roger y Rick, finalmente, decidieron que el disco se llamara 'Crime of the Century'. Y le digo a Roger que fue una decisión muy generosa y honesta, porque la canción precisamente no era de Roger. "Daba igual. Era un maravilloso título y creo que la mejor del disco, con esos arreglos sensacionales de cuerda de Richard Hewson. Además, ya habían elegido mi canción 'Dreamer' como el single, lo que se iba a escuchar en la radio. Al fin y al cabo, mi canción fue el primer éxito de Supertramp en listas. No podía dejar de estar orgulloso, me acordaba que la había hecho en casa de mi madre, con el acompañamiento de mi piano Wurtlizer y una percusión absolutamente casera, en un magnetófono Sony de cuenta abierta". Pero el Wurtlizer se convirtió en el sonido distintivo de Supertramp.
Han pasado cuarenta años, pero está más vivo que nunca. Es verdad que 'Breakfast in America' fue el disco de más éxito de Supertramp, pero para mí, 'Crime of the century' sigue siendo el mejor, el único, el divino". (Fuente: El Mundo - Las aventuras de J.R.)




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