Philip Taylor Kramer fue un bajista del grupo estadounidense de rock
Iron Butterfly, famoso entre los años 60 y 70 y compositores de mítico tema In A Gada Da Vida. Nacido en 1952, años más
tarde estudió ingeniería aeroespacial, convirtiéndose en uno de los más
talentosos de ese país.
A este científico se le debe, entre otros avances, el sistema de guía
de los misiles MX, eje central del sistema de defensa norteamericano en
la época de Ronald Reagan, y las redes de fibra óptica usadas en todo
el mundo.
A la edad de 38 años, ya tenía un recorrido que le había puesto en un
nivel alto de investigación, esto lo llevó a hacer parte de la empresa
Multimedia Inc, dedicado exclusivamente al desarrollo de técnicas de
compresión de datos de CD-ROM Con su talento fue capaz de comprimir un
video por primera vez en la historia en 1992.
En 1994 se dedicó a la física teórica y anunció que trabajaba en un
importante proyecto que tenía como objetivo desmostar que se podían
transmitir datos más rápido que la velocidad de la luz y que podrían
llevar a la humanidad a obtener avances gigantescos en la velocidad de
las comunicaciones.
Un cierto día informó a su familia que lo había logrado. Que había
logrado transmitir información y materia más rápido que la velocidad de
la luz, dicen que encontró la clave para la creación de los ordenadores
cuánticos, existentes solo en teoría.
Taylor Kramer inició la búsqueda de financiación para su importante
proyecto, se dice que antes de su extraña desaparición, había concertado
una cita en el aeropuerto de los Ángeles con alguien interesado en su
estudio, esto fue en febrero de 1995. Los familiares del científico
contaron a los medios de comunicación que él había hecho varias llamadas
comentando con gran miedo, que “ellos lo sabían”, “que le perseguían” y
cosas por el estilo. Philip Taylor desapareció sin dejar rastro hasta
mayo de 1999 cuando un grupo de excursionistas, encontró sus restos
óseos al interior de su vehículo, un Ford Aerostar minivan abandonado en
el fondo del Cañón Decker cerca de Malibú, California. A la fecha no se
sabe qué le ocurrió a este brillante cerebro de la física teórica.
Este tipo de crímenes contra científicos que avanzan en
estudios que podrían desarrollar energías alternativas u otras
investigaciones se presentan más frecuentemente de lo que la gente
imagina.
Las muertes de estos y otros científicos y microbiólogos se
produjeron algunas en ataques no esclarecidos, como atracos en donde no
se robaron nada, incluso uno de ellos fue asesinado con un bate de
beisbol en su propia casa, el día en que iban a dar a conocer una de sus
investigaciones.
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