jueves, 7 de octubre de 2021

Música y Cine (La cara oculta) 

Los mensajes satánicos de las canciones de la Electric Light Orchestra. Jeff Lynne tenía claro que el cuarto trabajo de la Electric Light Orchestra sería un álbum conceptual. Y su creación sería diferente. Dentro de su cabeza tenía una historia que contar antes de crear la música que la acompañaría y para el músico este proceso era novedoso, ya que no estaba acostumbrado a escribir una letra hasta haber compuesto la melodía.
En este contexto, en 1974 vio la luz “Eldorado. A symphony by the Electric Light Orchestra”. Un álbum cuyo hilo conductor son las ensoñaciones de varios personajes, ya sean héroes de la Edad Media, buscadores de oro, estrellas de rock o el mismísimo Robin Hood. La búsqueda de la mítica ciudad de Eldorado servía para abrir y cerrar el disco. Para Lynne, “Eldorado” era la clave para encontrar el sentido del álbum: “En esta canción, el soñador despierta en la realidad, pero decide que le gusta más su mundo de ensueño y trata de volver a Eldorado”. Aunque no todos lo entendieron así.
Los fundamentalistas cristianos, siempre dispuestos a escuchar al revés cualquier disco que publicara una peligrosa banda de rock, fueron los únicos que se percataron del auténtico significado. “Eldorado” no era más que otra sucia y traicionera canción que incluía un mensaje satánico encubierto. Los primeros versos del tema escuchados al revés escondían un terrible mensaje: “Él es el único despreciable. Cristo, eres infernal. Se dice que estamos muertos. Todo el que tenga la marca vivirá”.
Ante semejante mensaje, Jeff Lynne salió en la defensa del grupo: “No dice nada de eso. Cualquier persona que pueda escribir una canción y hacer que diga otra cosa al revés tiene que ser un genio, y yo no lo soy. Puedo afirmar categóricamente que somos totalmente inocentes de esas acusaciones.
La respuesta final de Jeff Lynne ante las estúpidas acusaciones de satanismo tuvo forma de álbum. “Secret messages”, un trabajo destinado a ser doble pero que terminó ocupando un único disco, fue publicado en 1983 y en la parte posterior de la cubierta, un mensaje advertía al oyente del contenido del disco: “Warning. Contains secret backwards messages” (“Atención. Incluye mensajes secretos al revés”).
Esta vez, sí. Si alguien quería buscar frases ocultas, ya las podían encontrar. Con “Secret messages”, Jeff Lynne no solo otorgó un divertido pasatiempo a sus oyentes; al mismo tiempo, fue su peculiar modo para mofarse de aquellos que se empeñaban en que el verdadero sentido de las canciones se encontraba escuchándolas al revés.



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