domingo, 28 de junio de 2015

Bandas Sonoras (Música de Cine) 

Clint Eastwood hace tiempo que ha roto el molde estadístico: 55 películas como actor, 33 como director, este año ha cumplido 85 primaveras de mirada congelada, y es uno de los últimos puentes en activo con el pasado de Hollywood. “En aquella época yo ya era mayor”, decía socarrón Clint Eastwood en el estreno de Jersey Boys, la adaptación de uno de los grandes éxitos de Brodway en los últimos años.
La época referida por Eastwood es el final de los 50 y los años 60, cuando pasó de actor televisivo secundario a uno de los más taquilleros, gracias a los spaghetti westerns. Y también la época en el que unos pandilleros de Nueva Jersey pasaron de trapichear en el barrio a convertirse en uno de los grupos de mayor éxito en EE.UU. Es decir: The Four Seasons.
La biografía de los miembros de The Four Seasons contiene un material dramático que Marshall Brickman y Rick Elice, creadores del musical, aprovecharon para tejer una obra alejada del clásico greatest hits de bandas. Criados en un mafioso suburbio de Nueva Jersey, lo que inicialmente era un grupo de más de panorama amateur formado por el carismático y problemático líder Tommy de Vito y el bajista Nick Massi, se transformó en pura química cuando apareció la voz de Frankie Valli y los temas del compositor y teclista Bob Gaudio.
Para el capital papel de Frankie Valli, Eastwood decidió dar continuidad a su intérprete teatral, John Lloyd Young, ya especializado en imitar el legendario falsete de Valli en Broadway. Erich Bergen, Michael Lomenda y Vincent Piazza completan el reparto.
Jersey boys gira en torno a tres ejes: la vida de unos muchachos de barrio de la primera parte, el ascenso y caída de la segunda, y la propia música de The Four Seasons. La vida de barrio de Jersey, tan aparentemente ajena al director californiano, la resuelve acudiendo al clásico de la materia: Martin Scorsese.
La música, en cambio, es su terreno. Compositor de muchas de sus películas (y actor de musical en La leyenda de la ciudad sin nombre), los temas de The Four Seasons le encajan por gusto y época, y le ponen en bandeja la oportunidad de revisitar su propia juventud (hasta el punto de incluir como guiño su propia imagen en la serie de televisión Maverick).
Christopher Walken interpreta un papel que encajaba en Eastwood: el del mafioso paternalista que intercede por la banda. Walken desborda carisma entre los actores-cantantes, y sus escenas son las más naturales de toda la película.
Contemplar la última obra de un clásico viviente debería ser motivo suficiente para dar una oportunidad de Jersey boys. Y, si no, por supuesto queda la música: desde los éxito pop Sherry, Big Girls Don’t Cry o Walk Like a Man, al sonido setentero culminado en Can’t take my eyes off you.


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